miércoles, 19 de enero de 2011
Un Racing casi completo fue mucho para el River alternativo: el equipo de Russo se lució, con Gio Moreno y Toranzo como banderas, y justificó el 3-1 c
Todavía falta, pero el equipo de Russo tiene con qué soñar...
Hubo un suspiro, un airecito, una brisa marina, con ese gol, lindo, acrobático, de Rodrigo Rojas. Pero esa imagen se desvaneció rápido. Los suplentes de River (apenas reforzados con Carrizo y Maidana) habían arrancado arriba en su estreno en el verano. Pero, por peso específico, por categoría, un Racing armadito, con apellidos que tuvieron mucho rodaje durante el semestre pasado, finalmente se terminó imponiendo. Y con claridad.
Ni siquiera el ingreso energizante de Diego Buonanotte, en el inicio del segundo tiempo, con su equipo 1-2, logró aglutinar ataques punzantes. A esa altura, después del gol del empate de Lugüercio y de un gol de penal de Giovanni Moreno (por una infracción que Maidana le cometió al colombiano), el equipo de Miguel Angel Russo manejaba todo: la pelota, los tiempos, el ancho y el largo de la cancha. Hubo tiempo, eso sí, para el estreno de Fabián Bordagaray, con la camiseta número 40 de River.
Un zurdazo de Arano en el palo y un mano a mano de Buonanotte que tapó De Olivera fueron las más claras de River. Lugüercio, con el partido 3-1, luego de un derechazo medido de Toranzo, había reventado el travesaño del arco de Carrizo. La diferencia estuvo bien. Y Racing, que había disputado el primer encuentro del verano con un combinado de juveniles (tras la muerte del masajista Cesar Nardi, los purretes cayeron 4-0 ante Estudiantes), finalmente apareció el Racing que quiere pelear por el título. Con nombres y juego. Todavía falta. Pero, al menos, tiene de qué agarrarse...
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