domingo, 15 de mayo de 2011

Russo cambió el sistema, pero gracias a Teófilo no hubo caos:


El punta hizo su tercer doblete y fue decisivo para que Racing se afirme en la Sudamericana.

Le dio apenas 15 minutos de esperanza. Y le bajó la espada de Damocles por el pescuezo. Así, Newell’s se desangró bajo el impiadoso Teófilo Gutiérrez. La analogía no es caprichosa, ni siquiera si uno cae en la hipérbole para encontrar un calificativo que esté en sintonía con lo que este colombiano ha generado en Racing, y por qué no, en el fútbol argentino. Fue decisiva la aparición del goleador para que ese sistema de ocasión elegido por Russo que amenazaba con terminar en caos transmutara en un grito donde confluyeron más de 20.000 voces con una sola sentencia: “Teoooo, Teoooo”.

La excelente definición para el 1-0 (nació de los pies de Toranzo, que saboreó por primera vez la miel del apoyo popular) le solucionó la noche a Racing, a Russo y a los hinchas. Aunque el balance general arrojó nuevamente que el equipo no convierte en proporción a lo que elabora en el arco rival, esta vez no hubo sufrimiento. Salvo ese arranque donde le costó acomodarse, la sensación fue abrumadora: no había ninguna forma de que Newell’s se llevara algo de Avellaneda. La línea de cuatro que armó Miguelito resultó una garantía, seguramente mucho habrá influido haber tenido que anular a una dupla de ataque liviana, propia de dos pibes que todavía tienen mucho para recorrer.

De todas maneras, también ayudó el trabajo de Bruno Zuculini, un cinco que se paró delante de los del fondo y que nunca pasó la línea de su hermano Franco y de Toranzo. Ahí armó su chacra. Y de ahí no se movió. El resto, es conocido: Teófilo no debe quedar de frente al arco, porque si tiene una virtud, ésa es su frialdad de amplitud visual para agrandar cualquier arco y achicar hasta el arquero más confiado.

Teo, solito, con esos destellos de calidad, con la inteligencia para aguantar y descargar rápido, con la técnica caribeña poco usual en un nueve de área, elevó por un rato a esos miles que festejaban por la victoria mientras ya armaban la agenda del domingo para viajar imaginariamente a Bahía Blanca.

El colombiano anotó su tercer doblete en el Clausura (San Lorenzo, Colón y anoche), alcanzó a Stracqualursi como máximo anotador (ambos tienen nueve) y llevó a Racing a los 51 puntos en la temporada (está 4° en la tabla que lleva a la Sudamericana). Teo soluciona todo.

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