miércoles, 23 de febrero de 2011

Franco Zuculini dio vuelta la página y mira hacia adelante tras la lesión de Gio.


“No lo vamos a tener un tiempo, hay que olvidarse de él. El equipo puede pelear”.

Que Bruno lo apure desde el auto provoca que su cara se transforme súbitamente. Mucho más cuando su hermano, con quien comparte departamento en Caballito, le toca bocina. Franco Zuculini lo fulmina con la mirada y le profiere algunos epítetos irreproducibles con rostro desencajado. Pero esa presión, sin surtir efecto, no le impide tomarse su tiempo para dialogar con Olé a la salida del vestuario. Con la espontaneidad de siempre, exterioriza su fastidio por la derrota contra Boca, lamenta la baja de Giovanni Moreno y va al frente como en la cancha. Se ajusta el cinturón, aprieta el acelerador. Y avisa: “Gio no estará más por un tiempo con nosotros, hay que olvidarse de él en el buen sentido. Tenemos equipo para pelear. No nos vamos a bajar del carro así nomás”.

-¿Ahora qué tiene este Racing para luchar? -Sabemos que Toranzo volvería contra San Lorenzo. Pato puede hacer muchas cosas similares a las de Gio porque es uno de los que da fútbol de tres cuartos hacia adelante. Nos tiene que ayudar a los del medio y a los de arriba.

-¿Cómo te sentiste sin Giovanni en el equipo? -¡Fue muy complicado! El otro día, cuando agarraba la pelota, lo buscaba a la derecha y no lo encontraba. Contra All Boys se la daba siempre. Todo Racing se adaptó a él y ya no lo tenemos. Inmediatamente debemos buscar otro juego que nos haga sentir cómodos. Con el correr del tiempo lo iremos logrando.

-¿La gente tendrá que acostumbrarse a ver un equipo más batallador que con buen fútbol? -Ahora tenemos jugadores para meter y también para jugar. Pero Gio hacía jugar a todo Racing. Nos daba la tranquilidad porque solucionaba una jugada al instante. Si me acostumbré tanto a él en una semana, imaginate el equipo, que lo tuvo seis meses. Igual sigue en pie lo que nos propusimos y esperemos cumplirlo. Nuestra idea sigue intacta, con todas las ganas de pelear el torneo.

-¿Viste poco abastecidos a los delanteros? -Lugüercio y Hauche, pobres, tuvieron que correr mucho para que les llegara la pelota. Se sacrificaron por el equipo, pero se quedaron solos adelante, muy lejos de nosotros, los volantes. Podés combatir mucho en el medio, pero es muy difícil si no tenés un jugador que haga llegar la pelota a los de arriba.

-¿Te dura la bronca por el clásico que perdieron? -Sí, porque se perdió por una distracción. Y también hubo mucha viveza de Boca, que nos durmió. Sigo caliente porque nos faltó la suerte de que entrara la pelota. Si el primer tiempo terminábamos 2-0, nos íbamos al vestuario como unos genios. Y nos terminamos lamentando. Pero al mismo tiempo estoy tranquilo: hicimos un buen partido y creamos varias situaciones de gol. Eso es lo que más se rescata.

El juego de Zucu fue de menor a mayor. En el debut, contra All Boys, se lo vio muy impreciso con la pelota, con el vértigo que lo caracterizó desde su aparición en la Primera de Racing. Muy cansado, debió dejar la cancha en el entretiempo. Frente a Boca, en cambio, su producción creció. En el primer tiempo, cuando el equipo mejor jugó, junto con Iván Pillud estuvo muy firme en la recuperación. Luego, en el segundo, decayó como casi todos sus compañeros. “Me sentí bien con la pelota y en lo físico voy mejorando día a día”, cuenta el volante que no pudo realizar la pretemporada con la Academia debido a que llegó poco antes del inicio del campeonato.

Con el regreso de Toranzo, justamente el jugador al que espera con ansias, Zucu aún no tiene certezas sobre si continuará como titular ante el Ciclón, el sábado: “Si me toca vivir el partido desde el banco, no habrá ningún problema. Vine a Racing a ayudar”.

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