martes, 22 de febrero de 2011
Lugüercio contó el vacío que siente el plantel sin el lesionado Gio.
“Va a ser muy difícil suplantarlo, nos habíamos acostumbrado a él”.
Juega con sentimiento y declara del mismo modo. Le tiende su corazón a cada corrida que emprende atrás de la pelota y afuera arroja frases con sabor, alejadas de las respuestas vacías con que muchos intentan sacarse las preguntas de encima. Pablo Lugüercio, siempre jugoso en sus reflexiones, expuso una buena radiografía de lo que significa para Racing la ausencia de Giovanni Moreno, la estrella que fue usina de ilusiones. Imposible soslayar una pérdida que, en la caída ante Boca, resultó tan notoria como el dolor de todo el plantel, aún conmovido por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda del colombiano.
-¿Cuánto sintieron la falta de Giovanni? -Y..., todo nuestro juego pasaba por él. Cuando tenés a alguien así, el equipo se acomoda y se mueve en base a ese hombre. Nosotros descansábamos en él. Y encima, también nos faltaron Toranzo y Yacob, dos con capacidad creativa.
-¿Pueden suplir una ausencia tan importante? -Habrá que aportar otra cosa: poner garra, luchar, meter. La idea del técnico es jugar, pero estos imprevistos complican. Hacemos lo que podemos.
-Muchos hinchas sienten que sin Gio no se podrá pelear por el título. ¿Qué pensás de esto? -Y... Gio es de esos jugadores que siempre tienen un plus. Para nosotros era muy importante. Todos nos habíamos acostumbrado a él. Y el que venga en su lugar, porque se habla de que puede llegar un jugador, tendrá que esperar que pasen algunos partidos para acomodarse al estilo de Racing. Será muy difícil suplantar a Giovanni.
-Parece clave dar vuelta la página cuanto antes.
-Sabemos que no vamos a contar con él, es muy difícil. Porque al margen de lo futbolístico, siempre fue bueno tenerlo en el vestuario por su humildad, su simpleza. Y nos generaba la confianza que sólo te dan jugadores como él. En cualquier momento podía hacer la diferencia con un pase, un gol, una jugada... Será muy difícil olvidarlo.
-¿El espíritu de las prácticas también cambió? -Sí, siempre hacía esas jugadas que ustedes (los periodistas) veían todos los días... Se lo extraña hasta en las prácticas. Fue un golpe muy duro. Pero ahora hay que pensar en lo que viene. Tenemos muchas cosas importantes en juego, con la ilusión de la gente y la nuestra. Nos habíamos metido en la cabeza tratar de estar ahí arriba. Tenemos que poner el pecho, demostrar que mantenemos esas ganas y tenemos con qué luchar.
-¿Creés que contra Boca por momentos se pasaron de revoluciones? -Le metimos intensidad. Pareció el Racing de unos semestres atrás: de mucho vértigo. Nos faltaron los jugadores que nos dan la pausa, que dejan salir a los del fondo y ayudan a juntan las líneas.
Racing deberá entender que, pese a su dolor, sin Govanni la vida continúa.
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