Con el clásico en puerta, Russo cuida a Cahais y Toranzo, que llegarían. El defensor, con un hematoma, es cauto:

"No es un partido para jugar en una pierna".

Es el clásico de Avellaneda. Un partido que, según el hincha, no se puede perder. Y, según los jugadores, que no se quieren perder. Por eso, Miguel Angel Russo extrema los cuidados para dos de sus habituales titulares que andan golpeados: Cahais y Toranzo no se entrenarán mañana y están entre algodones para el sábado.

Toranzo sólo tiene una paralítica y no tendría problemas en llegar al clásico. Lo de Cahais esta más complicado: el defensor sufrió un fuerte golpe contra Huracán y tiene un hematoma. El defensor se mostró confiado con su recuperación: "Hoy me sentí mejor que ayer, al menos pude trotar. Vamos a ver cómo evolucionó durante la semana", dijo acerca de su golpe en el cuádriceps izquierdo sufrido ante Huracán luego de un choque con Rolando Zárate. En caso de que no llegue, el reemplazante saldrá entre Aveldaño y el juvenil Sainz.