A Teo Gutiérrez le gusta la pelota. Se siente tan cómodo con la bocha bajo las suelas que no repara en reacciones ajenas. El colombiano, entonces, es capaz de promover la insólita advertencia del árbitro y la ira de los adversarios, expresada en diferentes maneras. En el cierre del clásico del sábado, cuando el 2-0 ya era asunto cerrado, Teo, contra el lateral contiguo a los bancos, controló la pelota y aguantó que Cristian Pellerano le apuntara a los tobillos. También que Eduardo Tuzzio le recriminara la maniobra.
Gutiérrez, consultado sobre el tema, le quitó relevancia al reclamo del defensor de Independiente. “No pasó nada con Tuzzio. Son circunstancias del partido”, afirmó, sin dejar de agregar pimienta. “Hay jugadores que lloran cuando les pisan la pelota”, agregó en Fútbol para Todos, sin identificar al destinatario de la alusión. Ya en su primer partido como titular, en otro derby, Teo había cuestionado a Cristian Tula, defensor de San Lorenzo, por el exceso de vigor en sus intervenciones. Reciente huésped del fútbol argentino, el colombiano no se esconde en la cancha ni reprime sus opiniones. “Si ganás un clásico, vas a quedar en la historia. Eso les transmití a mis compañeros: que había que ganar por el prestigio de nosotros y del club. Ahora tenemos que pensar en otro partido”, añadió, en consonancia con el pedido de Miguel Russo, quien insistió en máxima concentración para el próximo compromiso. ”En ningún momento nos vamos a relajar. Al contrario, esto nos sube el ánimo para seguir peleando por lo que queremos”, comentó. Y enseguida reveló a qué apunta con el plantel: “Somos grandecitos para aspirar a un campeonato”.
En tanto, Teo ya tiene compañía. Según comentó en el programa Indirecto, Ronald, su hermano de 20 años, volante creativo con paso por Junio de Barranquilla, llegó hace una semana y se entrena con la Reserva. ¿Se viene bis de Gutiérrez?
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