viernes, 1 de abril de 2011

Teo Gutiérrez se lamentó por la pelea con Dobler, pero jamás reculó: “No me avergüenzo.


Respeto mucho y me gusta que me respeten”.

Teo Gutiérrez se jacta de ser tranquilo y sus compañeros avalan su descripción. Pero luego de la pelea con Mauro Dobler, ni en frío bajó un cambio. Quizá sus tonos y sus silencios confundan. Cultor del perfil bajo, el goleador colombiano lleva consigo algunas actitudes que no concuerdan con esa imagen pacífica que da cuando sale del vestuario o le dedica a Dios cada gol. Ayer, cuando en Fox Sports le preguntaron si estaba arrepentido por haberse visto boxeando en el Cilindro, el delantero se plantó. Fue sincero, sí. Y hasta respondió como lo haría cualquiera. Pero en el contexto de Racing, eligió seguir con el termómetro bien arriba. Mostrando que es tan guapo como en la cancha, pero también algo imprudente en sus palabras. “No estoy arrepentido. Un incidente le puede pasar a cualquiera. Uno se lamenta porque no debe pasar. Fue un incidente, ya pasó. Todos tenemos cosas que aprender y nadie es perfecto en la vida. Estas son las cosas que dejan enseñanza. Soy una persona tranquila. Respeto mucho, pero me gusta que me respeten”, explicó el nacido en Barranquilla.

Con sangre fría, como dentro del área, Teófilo hasta se animó a tirar un chiste respecto al incidente que generó. “Ahora vamos a pelear arriba, ja”. Pero lo cierto es que a Miguel Russo no le gustó nada la actitud que tuvieron el delantero y el arquero. “Los jugadores saben que no está bien lo que pasó y me molesta. Me pone mal, pero me deja tranquilo que lo hayan arreglado puertas para adentro”, explicó el entrenador. Y enseguida agregó: “Hay que decir que está mal, la seriedad y la responsabilidad están por encima de todo. Estos son los riesgos que se corren en una práctica a puertas abiertas”.

¿Vale el perdón sin arrepentimiento?

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