lunes, 28 de marzo de 2011

Con la tercera caída, a Racing se le achicó considerablemente el margen de error en la lucha por el título.


Los jugadores tendrán derecho de decir, y seguramente lo harán, que “todavía falta mucho” en el torneo, cosa que es cierta. Pero lo que no podrán negar es que la soga se estiró considerablemente con relación al sueño de la vuelta olímpica. Las dos derrotas consecutivas, sumadas a la sufrida ante Boca, colocaron a Racing en una situación de alerta. Su margen, definitivamente, se redujo. A saber: en la historia de los torneos cortos, sólo tres equipos lograron ser campeones con cuatro derrotas a cuestas. Ellos fueron River, Vélez y Boca en los Apertura del 93, 95 y 2008, respectivamente. Y la Academia ya lleva tres... Con esta cantidad, en tanto, hubo siete ganadores de títulos: San Lorenzo, River (en dos ocasiones), Newell’s, Boca, Estudiantes y Lanús.

Otra tendencia numérica indica que Racing no tiene término medio entre la alegría y la frustración. En lo que va del campeonato, la Academia es, junto con Estudiantes, uno de los dos conjuntos que no registra empate alguno. De por sí, Miguel Russo es un técnico que ha igualado poco desde que está en Avellaneda. En el Clausura 2010 empardó dos veces y perdió cuatro de quince encuentros (asumió en la quinta fecha), mientras que empató en cinco oportunidades en el Apertura de ese mismo (cayó en seis de nueve partidos).

Otra particularidad estadística en torno al técnico radica en que el sábado le dieron vuelta un resultado por primera vez desde que dirige a Racing. Esto marcó un retroceso en el juego, dado que el equipo había aprendido a manejar los ritmos de los partidos (más allá de perder contra Estudiantes también). Pero ante Lanús, Racing pagó los errores defensivos, no tuvo peso ofensivo y resignó la chance de recuperar la punta. Está a sólo tres unidades del Pincha, pero con menos colchón.

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