jueves, 10 de marzo de 2011
La Flaca habla de su regreso luego de tres meses de parate por una lesión. Aunque le falta, volvió con todo.
Tiene el sentido de la oportunidad incorporado. En la cancha, con cruces precisos o manejando el balón con cronómetro. Y fuera de ella, también demostró su timming al aparecer justo. Racing estaba golpeado por la grave lesión de Giovanni Moreno y había perdido frente a Boca sin merecerlo. Y ahí, Claudio Yacob dijo presente. Contra San Lorenzo reapareció tras siete partidos y su vuelta, más la de Patricio Toranzo, significó un plus futbolístico y anímico. Por si fuera poco, el capitán volvió a lo grande, siendo uno de los puntos más altos ante el equipo de Ramón Díaz. Y eso que todavía existen pequeñas secuelas lógicas de su lesión, que comenzó con un esguince en el tobillo izquierdo y se transformó en un problema en el núcleo de osificación. “Todavía no estoy físicamente en mi nivel, pero sí en un buen nivel de funcionamiento de equipo. Ojalá pueda estar a pleno en pocos partidos”, confiesa el volante central.
No habla de apuro, porque cada paso fue meditado concienzudamente, pero nadie le hubiera dicho nada si tardaba una semana más en retornar. Volvió para dar una mano, un gran refuerzo. “Lo hablamos con Miguel (Russo) en la semana previa a San Lorenzo. Yo físicamente no me sentía, pero llegamos a la conclusión que el 100% en ese aspecto se logra con partidos. Ya llevo dos”, cuenta.
Su rendimiento sorprendió a muchos, porque se trataba de un parate de tres meses, pero no a él. “Desde el momento en el que decidimos que vuelva nunca dije cómo iba a estar. Siempre pensaba en que iba a estar muy bien porque nunca está en mi mente estar más o menos. Tuve presente que lo haría jugando bien... Yo confío en mis condiciones y en lo que puedo dar dentro de la cancha. Por eso no me sorprende esto”, dice.
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