Devoto fanático de Dios, Teófilo Gutiérrez jamás habrá imaginado que alguna vez recibiría una ayuda sustancial desde el infierno... Autor de dos goles, el colombiano, como todo el equipo, fue impulsado por una energía externa endiablada, feroz, soberbia. El Demonio Gabriel Hauche poseyó a Racing en el 4-0 sobre Colón y no hubo exorcismo rival que pudiera frenarlo. Dos asistencias a Teo, participación en el tanto de Lugüercio y una definición exquisita en el cuarto elevaron al delantero a figura imparable. A baluarte de una Academia en llamas que está sólida en defensa, luchadora en el medio, con buen fútbol y contundencia adelante... En la cima del torneo se ve sola, aunque abrazada por la ilusión de su gente.
-¿Cómo es ser único líder del campeonato? -Es muy bueno. Quiere decir que estamos haciendo bien las cosas. Pero también sabemos que falta un montón. Obviamente que este presente no es para menospreciar, aunque todavía tenemos muchas fechas por delante y cada partidos será más duro. Tenemos que estar tranquilos, disfrutando después de tantas cosas negativas que sufrimos. Ahora hay que mantenerse arriba.
-Por esas adversidades que pasaron, ¿el placer es mucho mayor? -Se disfruta. No sí el doble, pero se disfruta. Por el momento debemos ser cautos. Se está hablando mucho de nosotros por nuestro juego, por cómo estamos rindiendo. Pero siempre digo que lo más difícil es lo que viene.
-Y lo que viene es Estudiantes, nada menos...
-Será una gran medida para nosotros, habrá que estar a la altura. Podemos hacer un gran partido. Racing generó un respeto y ahora hay que demostrarlo.
-El hincha está desbordado de entusiasmo. ¿Cómo manejan eso? -Están muy contentos, pero insisto: somos conscientes de que nos quedan un montón de fechas. Los jugadores, que somos los que entramos a la cancha, debemos estar tranquilos más allá de la ansiedad y el entusiasmo de la gente. El cuerpo técnico siempre nos transmite esa calma y frialdad para encarar todo.
-¿Qué tiene Racing? -Encontramos una forma de juego con la que nos sentimos cómodos. Cada uno en su puesto hace bien las cosas y eso generó que el nivel del grupo aumente. No hay muchos secretos. Tratamos de ser solidarios a la hora de recuperar la pelota y siempre buscando el arco rival.
-¿Ya empezaron a jugar casi de memoria? -Racing mantuvo la base e incorporó en puestos puntuales. Esto hizo que la etapa de adaptación de los jugadores que llegaron no fuera tan brusca y se acomodaran rápido. No vinieron muchos, sino lo esencial para que el equipo pudiera rendir bien.
-¿Cuál es la importancia del tridente ofensivo? -Me siento muy bien. Los tres hemos tenidos buenos partidos y pudimos convertir. Y además tenemos la tranquilidad de que llegan mucho los volantes.
-Por momentos atacan hasta con seis...
-Sí, pero todos ayudamos para marcar. Si bien llegamos con mucha gente, los mismos que atacamos ponemos sacrificio en la recuperación. Así logramos ser un equipo equilibrado.
-¿Estás disfrutando del juego en los partidos? -No, no. Por más que a veces sienta que las cosas están saliendo bien, disfruto recién cuando se termina el partido. Más todavía después de lo que nos pasó contra Olimpo, que en el segundo tiempo nos metió tres goles. Ya quedó bien demostrado que si nos aflojamos podemos pagarlo muy caro.
-¿Aprendieron de lo ocurrido frente a Olimpo? -Nos dimos cuenta de cómo hay que jugar. Somos un equipo duro, de mucho combate y con la intención de tener la pelota... Las cosas malas nos sirvieron para mejorar.
-¿Están más fuertes que nunca mentalmente? -Este plantel siempre estuvo fuerte de la cabeza. El grupo se acostumbró a estar muy bien de la mente porque peleó por cosas muy duras, como por ejemplo contra la Promoción.
-¿Con este envión todo les resulta más fácil? -Estamos muy confiados en el esquema, en todo lo que hacemos. La confianza que cada uno de nosotros tiene en nuestros compañeros es fundamental. Sentimos que el de al lado se va a matar, que va a jugar un partido perfecto, que sabe lo que debe hacer.
-Se ve que combinan lucha con buen juego.
-Esa es la premisa, somos batalladores y tenemos buen fútbol. Si los que fueran al ataque no volvieran, quedaríamos muy descompensados. La idea es sacrificarnos para robar pelotas, sin depender de uno o dos jugadores. Aunque sea hay que molestar al rival lo más que pueda para que no salga jugando limpio.
-¿Alguna vez pensaste que estarían punteros sin la presencia de Gio? -Fue todo un desafío porque sin él empezamos a jugar de otra manera. Tuvimos que reacomodarnos, lo asimilamos bien y rápido. Pero Gio es más que importante para nosotros.
Racing está poseído por el Demonio. Y agradece.
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